miércoles, 26 de agosto de 2009

3º Dia de Selva; Llegada a Tikal por 'Duerme Mas' Furia

miércoles, 26 de agosto de 2009 0
El amanecer de este último día de selva fue un poco mas duro que los anteriores. Nos esperaban 6 horas de caminata continua, con las mochilas sobre nuestras espaldas y un camino que no existía. Para desayunar y coger energía para este infernal día, teníamos otra vez mas, tortilla y frijoles, que aunque no estaba mal, empezaba a cansar. Tras este pequeño festin, preparamos las cosas, nos despedimos de nuestros 2 sherpas y las 4 mulas y emprendimos nuestro dificultoso trek.

En la cabeza nuestro diminuto guia, que con gran agilidad sorteaba todo tipo de obstáculos. Tras él, el gran Homo Pujol, de gran estatura y corpulencia, iba abriendo paso con su cuerpo, apartando todo tipo de vegetación y árboles con pinchos venenosos. El grupo iba en fila de a uno, ya que la selva no permitía el paralelo. HomoPujol era el encargado de ir gritando los obstáculos para que los siguientes fuesen a su vez gritándolos para que los demás pudiesen sortearlos sin peligro. Era algo asi como “pinchos a la derecha, rama a la izquierda, árbol caído…” era la constante que se repetio todo el camino. A destacar que el señor Pujol falto a las clases de coordinación de 2º de EGB, y no conseguía acertar con el lado donde estaban los peligros. Cuando gritaba “pinchos a la derecha”, tu confiado ibas mirando a la derecha buscando los odiosos pinchos venenosos mientras los rozabas te dabas cuenta de que estaban a tu izquierda. Todavía tengo dudas de que si eso era algún tipo de venganza…!!!

De vez en cuando el pequeño ser que nos guiaba, el similar maya, gritaba enloquecidamente “correr, correr…”, y todos nos poníamos a correr como posesos por la selva, y teniendo en cuanta que la selva no hay un senda clara, lo que correr se queda en hazlo lo mas rápido que puedas. Todavía no quedaba por saber el porque de esas prisas, habia visto un jaguar, un puma quiza, o una pantera hambrienta. Nuestra alegría de poder ser comidos por felinos asesinos desaparecía cuando nos desvelo el motivo. Miles de millones de diminutas hormigas asesinas, que aunque era peligrosas no dejaban de ser hormigas.

Uno de los momentos mas críticos de la selva fue cuando nuestro lider espiritual del viaje fue atrapado por un dantesco ser de la selva. Todos ibamos felices por la selva, esquivando la vegetación del lugar, cuando Barrus que iba parloteando tranquilamente, chocó contra una de las miles de telarañas que habia en ese lugar. Pero esta era diferente, su gran cabeza y enorme fuerza no fueron suficientes para romper aquella endiabla telaraña. Su cabeza hizo el gesto hacia delante para romperla y después hacia atrás como si le golpeasen con un puño en la cara. Menos mal que teniamos al Rambo De la Cruz con nosotros, que vio rapidamente el percance, y se acerco apresuradamente con su cuhillo de boinas rojas para romper de un seco golpe aquella tela de acero(obviamente esto ultimo no paso, pero hubiera sido asi, si Barrus no llega a poder librarse el solo de la telaraña).

Tras ese incidente, el guia se dio cuenta de la situación preparó en 2 segundos un quitarañas, que básicamente consistia en una rama de palmera, a la que cortaba a media altura todas sus hojas para dar homogeneidad al nuevo instrumento para que el primero de nostros, es decir, Pujol pudiese detectar otros obstaculos similares. Verle a Pujol con el brazo levantado, sujetando esa paraguas antitelarañas, me recordaba a aquellos tiempos de farra en el que Pujol utilizaba un paraguas o una botella para dirigir a su gente hacia los bares elegidos.

Llego la hora de la comida, que consistió en unos míseros sándwiches, pero que aportaban la energía suficiente para continuar el camino. El trek debió parecerles poca cosa a Idioa y a Sabih pues no pararon de parlar en las 5 horas que duro la caminata. Nuestro simpático guía Cristóbal 2 se sintió indispuesto y nos abandono para poder hacer “po-po”. Asi que nos quedamos solo con un guia. Mientras 2 se limitaba a sortear los obstáculos, el otro guía, abría camino a machetazos. El pobre barrus tenia una cara de envidia…!!!!

La llegada a Tikal, fue triunfal, alla aparecían 10 tipos sin haberse duchado en 3 dias, sin apenas poderse tener en pie, sucios de barro, sudor y lagrimas y enfrente turistas varios bien aseados, limpios y con unos andares bastante frescos. Civilización….!!! Gallos y coca colas para celebrar la supervivencia a la inquietante selva.

Tras un buen rato de descanso y de ver a Moreno que no podia ni andar. Parecia como si los monos araña se hubieran cebado con su culo, nos dispusimos a descubrir las ruinas de Tikal. Subimos no se como el templo 4, desde alli pudimos observar el resto de pirámides. Impresionante. Seguimos el camino a la salida y nos fuimos encontrando otra pirámide, la plaza mayor, alguna que otra pirámide y cuando llegabamos a la salida, empezo a diluviar de tal manera que tuvimos que resguardarnos debajo de una cabaña hasta que parase un poco.

Fuera de las ruinas nos esperaba una suculenta comida y la furgoneta que nos llevaria de vuelta a Flores. Idioa habia reservado noche en el Gringo perdido, un pequeño hotel de lujol a la orilla del Lago. Llegamos de noche y estabamos solos en el hotel. La cena nos esperaba y una buena cama teniamos para terminar con la aventura en la selva.



sábado, 22 de agosto de 2009

La jungla por Idoia "la aulladora"

sábado, 22 de agosto de 2009 0
... Y tuvimos el gran honor de conocer a DOS, Cristo 2, Cristobal two, o C2... El viaje por la selva no hubiera sido lo mismo sin él. Su sola presencia de metro cincuenta, su tonito entre gallego chapin del peten, y sus comentarios sobre la "fauna infame" , lo "similar maya" que no "original maya", y sus bailes mayas en mitad de la selva, nos marcaron a todos...

Y así nos aventuramos a meternos a la selva del peten, todo porque nos habían dicho que "llegariamos como auntenticos expedicionarios a las ruinas de Tikal"... unos iban más preparados que otros: el que más Barrus, que con su machete se dedico a limpiar el camino y fabricarse lanzas puntiagudas para defendernos de cualquier ataque animal, De La Cruz, que llevaba amarrado a la pantorrilla una especie de cuchillo tipo rambo ( todavía no nos ha quedado claro el uso que le dio), Pujol marcando paso con un extraño atuendo (solo decir que llevaba su manga de camiseta en la cabeza) , y su querida Luiza salvandole de las serpientes que encontrábamos en el camino, Moreno siempre al frente, aunque sufriendo sus 1500 picaduras y 3500 ampollas, el Bote, pues como siempre, jodiendo e imponiendo ,,, "el bote opina, el bote apoya, el bote veta... ", Uria cada minuto más mimetizado con el ambiente tropical, el Bilbaino, con constantes Bilbainadas, buscando serpientes y pidiendo al cielo que nos picase alguna, para "ver" que pasaba, e Idoia, pues hablando y hablando, de hecho, dicen por ahí que los monos aulladores están tristes y se sientes solos al no sentirse acompañados por el susurro constante de la Ido en la noche tropical...


Dos noches y tres días, que dieron bastante de sí: ver millones de murcielagos que salían de la cueva al anochecer, escalada a las 4.30 de la mañana para ver el amanecer desde el Mirador ante unas vistas impresionantes de la selva, la subida a las ruinas del Diablo para ver una chiquita sombra de Tikal y una familia de 7 monos descarados, ducharse con agua de la laguna verde, ver unas 3 serpientes, oir los aullidos, ruidos y serenatas de la noche del Peten, disfrutar de una luna llena o casi llena las 2 noches, comer frijoles y huevo y tortillas, y frijoles y huevo y tortillas otra vez... hasta llegar a Tikal, absolutamente agotados, sudados y sin fuerzas después de 3 días de trekking por la selva...

En una isla perdida por Iñigo "el bilbaino" Bilbao (valga la redundancia)

Playas blancas, palmeras por todos lados, aguas transparentes llenas de peces de colores, tantos peces que tienes la sensación de que con una lanza de bambú podrías alimentar a tu familia sin problemas. Era un islote protegido porque las tortugas dejan sus huevos allí, y solo estaba habitada por una familia garifunas que protegía a las tortugas, y el jardinero. Pero todas estas satisfaciones no fueron gratuitas y tuvimos que pasar un verdadero naufragio y la imagen de lo que parecía el Katrina en una isla cercana.


Algunos vaguearon durante unas horas, otros testearon la calidad de los cuartos de baño, y otros, los más aventureros (Idoia, Moreno, y yo), nos zambullimos en el Caribe justo cuando el sol comienza a ponerse. El ocaso es ese preciso momento del día que todos los expertos recomiendan mantenerse fuera del agua, al parecer la falta de luz hace que los tiburones salgan a cazar, y por la falta de luz muerdan para averiguar de qué se trata.

Unos increíblemente tensos 30 minutos, con inmersiones a pulmón que oscilaban entre los 10-15metros y el minuto o minuto y medio de duración, dieron como fruto unas 8 caracolas de tamaño considerable que alimentarían 12 estómagos (nosotros 10, Juan Alberto, y Gustavo). Todo esto sin rasguños (coral y plantas venenosas), mordeduras (barracudas, morenas y tiburones medianos) o picaduras (medusas, pez escorpión).


Una vez en tierra, Juan Alberto nos mostró como preparar la carne de caracola. El proceso es bastante arduo, e implica destrozar la base de la caracola para poder introducir un cuchillo y cortar la base del ermitaño y sacarlo con la mano. Luego hay que limpiar la carne de grasa innecesaria y partes venenosas para poder cocinarlo, como con el pez globo, o fugu, que tantas vidas a costado en restaurantes japoneses de medio pelo. Todos sobrevivimos, aunque alguno se dejara el alma en “el trono”, así que entendemos que Juan Alberto es un maestro cortador de caracolas.


La cena tuvo varios protagonistas. Por un lado, descubrimos que la isla estaba habitada por unos ermitaños enormes, parecía un documental de National Geographic. Barrus creó un fuego de la nada en medio de la playa, utilizando artilugios dignos de McGyver, y venciendo vientos fuerza 7; y más tarde, mientras cenábamos, ocurrió uno de esos milagros de la naturaleza como la aurora boreal, o los bilbaínos, y apareció una tortuga recién nacida. Avisamos a los vigilantes de la isla y se encargaron de protegerla de los depredadores habituales (de la Cruz y similares). Esperamos que se convierta en una tortuga gigante y se deje fotografiar con turistas agarrados a su caparazón cuando sea mayor.


La agradable tertulia al calor del fuego fue interrumpida por la jefa de la isla. Típica señora negra, mayor, con cara de pocos amigos y pinta de tener 200 nietos. Dos veces le llamó la atención a Barrus: la primera porque al inconsciente de él se le ocurrió usar la hamaca presidencial sin pedir permiso, y la segunda porque Barrus había colocado el fuego de forma estratégica para ahumar a la presidenta y toda su familia. La noche no dio mucho más de si, agotados por ser náufragos por un día.


Esa noche todo el mundo durmió muy bien. Sin mosquitos, con el sonido de la olas y la brisa marina acunándonos, ni Moreno ni Javi roncaron, y a Idoia hubo que despertarla para desayunar, todo cosas más dificiles de ver que el Quetzal, o un hincha del Athletic con la mano en el pecho durante el himno de España. Después de desayunar fuimos a hacer snorkeling cerca del arrecife (infestado de tiburones por un lado, tranquilo por el otro) y aprendiendo a pescar langostas de la mano de Juan Alberto. Descubrimos que el hecho de que las langostas no tengan pinzas no significa que no puedan hacerte daño. Una pena que las langostas no fueran para nosotros.


De camino a Livingston hicimos una parada en Los Siete Altares. Una sucesión de pequeñas cascadas naturales, de un agua verde verde verde, perfecto para hacer postales, o anuncios de Fa (mítico champú que siempre saca una maciza en topless duchándose en alguna cascada natural). Allí tuvimos nuestro primer contacto con las serpientes locales. Esta vez fue una pequeña culebra que en cuanto nos vio se alejó sigilosamente, sin darnos tiempo a sacar una foto. Un pequeño susto, pero nada comparado con lo que vendría más tarde.

miércoles, 19 de agosto de 2009

El mejor dìa de nuestra vida por Javi "el largo superheroe"

miércoles, 19 de agosto de 2009 0
A la mañana siguente nos despertamos con los ¨deberes hechos¨ y esperamos a que el ejemplar procedimiento adminstrativo caribeño para tramitar los visados a Belice terminara. Finalmente, nos dirigimos hacia el puerto para coger la chalupa hacia los cayos de Belice.

Me acerqué a unos lugareños y tras intencambiar impresiones y ver que los pelícanos volaban bajo, sugerí no coger la barca ese día. El grupo hizo caso omiso a mi consejo y decidió proseguir la jornada.

Después de varias horas, ya en alta mar, las olas alcanzaban los 3.5 metros. Pujol, Bilbao, Zubeldia y Moreno no paraban de vomitarse los unos a los otros. La mala suerte hizo que uno de los tropezones (las fuentes confirman que era un paluego con forma de gamba del tapado que se comió Moreno el día anterior) se incrustara en el engranaje del motor y empezase a arder.

Raudo y veloz me lancé al agua y utilizando la técnica de la bomba acabé con ese fuego. Era un verdadero neufragio. Estabamos en medio del mar Caribe, asustados y con infimas oportunidades de supervivencia.

Barrutieta se acercó a mí y pidió que recogiera su testamento. Yo le agarré del brazo y le exhorté: “Borja, tu estarás en esa boda en Las Vegas”.

Me dirigí a la proa y jalé el cabo. Comencé a nadar y a tirar del barco. Tras 3 ó 4 horas nadando recibí la llamada de auxilio de un delfín. Afortunadamente, había aprendido este idioma cuando fundé una coperativa de arroz allá por el sur de Laos. Me desvié de mi rumbo 15 millas y allí estaba. Siete tiburones tigre lo acechaban. Los tibutrones lucharon con honor pero terminaron vapuleados.

El delfín estaba mal herido por lo que lo subí al barco y seguí nadando. 6 horas más tarde llegamos a Livingston.

martes, 18 de agosto de 2009

Livingston de noche por el Puch

martes, 18 de agosto de 2009 0
Son las tantas de la mañana y dos tipos salen de sus habitaciones completamente desnudos. Ahora están en una terracita de esta casa colonial utilizada como hotel y que se ubica en la calle principal de Livingston.

Empiezan a correr como si en medio de sus sueños un espíritu en pena les hubiese visitado. Eso es lo que pensaría Idoia cuando les vio deslizándose cual gacelas y luego envueltos como ovillos cuando volvieron a sus aposentos.

Así termino nuestra farra en Livingston, este pequeño pueblo caribeño al este de Guatemala. Empezó con ron y con ritmos de timbales, conchas de tortuga y roncas voces: y las mujeres mirando a la pared y los hombres justo por detrás castigándolas; hay que tener en cuenta que a Livingston hay que traer paraguas, por que llueve sobre mojado; y con machetes que cortan cocos, con Moreno asomado a la barandilla vomitando hacia arriba y con Javi hablando alemán...

Me quedo con la frase del Barrus a la mañana siguiente:”Esta está entre mis Top 3 farras”. Amen.

Río Dulce por Borja Barrutiesa

Son las 7 pm y por fín después de experimentar los vaivenes del todoterreno nos encontramos ante el embarcadero de Río Dulce…


Me equivoqué llegamos a la imprudente hora de las 21:30. Para entonces todos los huéspedes del hotel estaban dormidos y sólo los encargados nos esperaban con la mesa puesta. Estabamos solos en el bar-restaurante y las gallos (cerveza nacional) entraban a buen ritmo.


A la mañana siguiente, llegamos a la conclusión de que por los mejores cortadores de cocos de Guatemala discurre sangre vasca. Moreno y especialmente yo, Barrus, estudiamos el tiempo que tardabamos en abrir los cocos para ver la idoneidad de fundar un pequeño imperio empresarial de tiendas de agua de coco. Fue tal el disfrute que toda la expedición se despertó con mis machetazos. La Barrutas había acuñado la mitad del desayuno por su formidable destreza y valentía.


Morenín que siempre acostumbra a levantarse a la hora en que los leones africanos salen de caza, no paraba de decir que quería darse un baño. Que necesitaba como agua de mayo, por cierto.


Hete aquí ese estructural cuerpo griego de Moreno que pega un gran salto desde el muelle y consigue superar los 10 cm desde las sufridas tablas.



Llega Don Javier y pregunta: “¿cubre?”

“Que va. Yo me acabo de tirar todo bien!” responde Moreno.

Efectivamente, Javi con sus 2 metros, se tira de pie y mete la mitad de su cuerpo en el fango del fondo.

Introducción

Los primeros, Barrus, Idoia e Iñigo, llegaron el 27 de Julio; pero el viaje realmente empezó el día 30 de Julio cuando nos juntamos los 10 expedicionarios con la llegada de Moreno, De la Cruz, Xabi, Javi y el furioso Uría (disfrazado de Michael Jackson).


Con una pequeña presentación de Antigua por la noche, el viernes a la tarde salimos de Ciudad de Guatemala con destino incierto. Era el inicio de lo que resultó ser un muy agradable viaje, variado (desde una gran playa de arena blanca hasta el peor de los infiernos, un naufragio; desde la húmeda selva de Petén hasta la incandescente lava de alguno de los numerosos volcanes de Guatemala), de descubrimiento (sino que se lo digan a Barrus y su nueva afición por comprar machetes sin afilar) e intenso.


Cómo bien dice una sabia Barruta: “El país puso el escenario y la compañía hizo el viaje”.


Esto es lo que queremos contaros.



 
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