Paseando por la calle 1ª de la Antigua nos fijamos en una imagen que ya habíamos visto hace tiempo. En este caso no era un dejavú. Hace dos años sacamos una foto a ese señor que estaba tejiendo en esa antigua maquina de coser. Ni cortos ni perezosos nos acercamos a él y le dijimos la razón de nuestras risas y de nuestra cara de estupefación. El señor ya de una avanzada edad, de nombre Don Mario nos comentó que mucha gente le había sacado fotos en sus 30 años como sastre en ese pequeño local, incluso un fotografo ganó un premio de fotografía y salió en una revista con una bonita instantánea de Don Mario en blanco y negro que él nos enseñó.
Ésta es nuestra modesta contribución a tu figura, Don Mario.
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